Uno de los materiales más utilizados para la fabricación de muebles es la melamina, un material sencillo, que dispone de infinidad de acabados (lo que facilita la imitación de madera o de relieve) y que generalmente es bastante económico, por lo que puede ser una muy buena opción para obtener un diseño que no dispare nuestro presupuesto.
Se trata de un material interesante y una buena opción de decoración especialmente porque es de fácil limpieza, ya que es un material en el que no se desarrollan microorganismos, es resistente a manchas y fricción y es totalmente personalizable por la multitud de acabados y colores de los que dispone.
Si hablamos de las ventajas de la fabricación de muebles de melamina, podemos hablar principalmente de dos:
- Es un material muy resistente a la humedad, la erosión, los agentes químicos, el vapor y el rayado.
- Se trata de un material muy barato y fácil de mantener limpio, que no necesita de mantenimiento.
Por otra parte, si hablamos de los inconvenientes de la fabricación de muebles de melamina, podemos hablar principalmente de dos:
- Al ser de menor calidad, aguanta menos peso que otros materiales.
- Aunque es resistente a la humedad, es vulnerable al agua en la unión entre las caras y los cantos, y puede hincharse por la acción del agua de una forma relativamente fácil.
Finalmente, el mantenimiento y limpieza de muebles de melamina es muy sencillo, se puede utilizar un trapo húmedo (aunque no con demasiada agua, para evitar el deterioro del aglomerado) y después pasar uno seco para no dejar marcas de agua. Para su conservación de brillo es conveniente pasarle un paño seco de poliseda cada cierto tiempo, no utilizar aerosoles o ceras para evitar que los muebles se rallen, aunque si se pueden utilizar productos antigrasa e incluso limpiacristales para mantener el color y el brillo originales.
En general, la melamina es un buen material, económico y de fácil mantenimiento, aunque en próximos artículos hablaremos de otros materiales para la fabricación de muebles.