Punto focal de iluminación como base de la decoración

Cuando tenemos que afrontar la decoración de un espacio solemos tener en cuenta diversas variables, como serían la luz, los metros cuadrados, el color del espacio y su estilo y, especialmente, las necesidades de quien lo va a habitar. Sin embargo, hay un elemento que solemos olvidar y que es clave para acertar con el diseño: el punto focal de iluminación.

El punto focal de iluminación será precisamente hacia donde se dirigirán todas las miradas, ya que es el protagonista del espacio entorno al que se trabaja el resto de la decoración de la habitación. Es importante que exista, ya que sin él existe el riesgo de que es espacio quede sin vida, sin personalidad, en definitiva, soso y poco representativo.

El punto focal de la habitación puede estar en muchos sitios diferentes.

  1. Por ejemplo, se puede destacar con un punto focal de iluminación el color de la pared, especialmente si se trata de papel pintado, ladrillos o piedra natural
  2. Podemos destacar una obra de arte que nos encante
  3. O también un espejo que tenga un marco que sea peculiar o diferente
  4. E incluso un mueble que sea interesante por su antigüedad o diferencia

En cualquier caso, el punto focal de iluminación atraerá las miradas de todos y le dará al espacio la importancia que merece, por lo que es importante que respire, sin que haya demasiadas cosas más que desfoquen la atención. El hecho de que el foco de luz esté en la pieza elegida hará que brille con luz propia, independientemente de su valor económico y se convertirá en la estrella de la habituación.