Los espacios diáfanos como diseño en tendencia

En las grandes ciudades los espacios diáfanos suelen funcionar, generalmente porque los pisos suelen ser pequeños, se tiene que aprovechar el máximo del espacio, evitando pasillos y aprovechando los metros cuadrados y también hay que facilitar el máximo de iluminación natural para el espacio. Sin embargo, es importante que los techos en un espacio diáfano sean altos y que no haya desniveles en los techos, ya que si existe un espacio abierto puede darse una sensación de agobio o desorden si existen techos bajos o desnivelados, ya que se pierde el orden de visión. Sin embargo, la situación es diferente si esos desniveles se dan en el suelo, ya que ayuda a diferenciar estancias. Igualmente, es importante que haya una continuidad en el espacio, generando amplitud, por lo que no es recomendable utilizar diferentes tipos de suelos en los espacios diáfanos.

En las casas grandes, sin embargo, no suelen funcionar estos tipos de espacios, ya que quitan calidez y convierten el espacio en poco acogedor. Además, se magnifica el eco, lo que resulta muy costoso de solucionar y es muy incómodo. En estos casos es mucho mejor diferenciar el espacio a través de tabiques o módulos para mantener la sensación de amplitud pero compartimentar el espacio. Igualmente, si no se quieren utilizar tabiques también se pueden utilizar piezas de mobiliario como podrían ser estanterías o sofás, la idea es evitar los muros para facilitar la entrada de la luz natural i incluso dar un orden visual al espacio, destacando un mueble como elemento de división y articulador del espacio.

En resumen, pues, el espacio diáfano puede ser una buena opción si se tiene un espacio pequeño que se quiere potenciar para conseguir sensación de amplitud y luminosidad, pero para casas más grandes debe tratarse con cuidado para potenciar el espacio y no convertirlo en agobiante.